Mucho se habla sobre la inflación desbordada en los precios de insumos de la canasta familiar y artículos de diferentes industrias, y de cómo está relacionado de alguna manera con la pandemia del Covid 19. Este fenómeno, lejos de ser nuevo para el sector manufacturero, ha retado las cadenas de suministro globales desde que los confinamientos estrictos fueron gradualmente levantados en el segundo semestre del 2020, impactando significativamente la logística internacional y la disponibilidad de materias primas para diferentes industrias, donde el sector químico es uno de los más afectados.
Las razones de esta contingencia son varias y combinadas, han hecho de esta la que seguramente será recordada como la crisis de cadenas de abastecimiento más importante de la historia reciente.
Durante la primera mitad del 2020 el mundo entero implementó confinamientos estrictos y la demanda de bienes y servicios tocó niveles históricamente bajos, desencadenando cierres totales o parciales de plantas productivas, chatarrización de contenedores y cancelación de proyectos de ampliación de capacidad, entre otros. Para el segundo semestre, se flexibilizaron los controles y la economía comenzó un ciclo acelerado de recuperación, impulsado entre otras cosas por incentivos de los gobiernos. La demanda para muchas industrias alcanzó niveles pre-pandémicos al finalizar el año y para el 2021 llegaba a niveles históricamente altos, dinámica que se mantuvo a lo largo de todo ese año.
La ecuación de una demanda fortalecida, combinada con una oferta restringida, ha sido el detonante principal de la escasez generalizada de materias primas y el efecto colateral que es la hiperinflación, que ha sobrepasado el 100% frente a precios pre-pandemia en muchos de los insumos fundamentales para fabricar y envasar una pintura.
De más está decir que fenómenos naturales como tormentas y huracanes, movimientos sociales como el Paro Nacional en Colombia, controles ambientales y energéticos como los implementados en China, y tensiones Geopolíticas como la que vivimos actualmente entre Rusia y la OTAN por Ucrania, prolongan la crisis y ponen más presión a las cadenas de abastecimiento.
Es así como Pintuco ha tenido que sortear innumerables impases para obtener los insumos necesarios en calidad y cantidad para la fabricación y envasado de sus pinturas y recubrimientos, retando a su cadena de abastecimiento a potencializar las capacidades en áreas como I+D, Negociación con proveedores, Planeación y logística, incluso frecuentemente ha incurrido en sobrecostos con el único fin de asegurar el abastecimiento de sus clientes, con un especial foco en su canal B2B, conscientes de que un faltante de nuestro producto impactaría de manera directa la continuidad de su operación.
Aún cuando en el 2022 hay algunos indicios de mejora, no es claro todavía el período de tiempo que tomará la logística internacional en estabilizar su operación y el momento en el que se restablecerá el sano equilibrio entre oferta y demanda de productos en el ámbito global. Lo que sí es una realidad es que aún en condiciones de mercado adversas, Pintuco seguirá comprometido con mantener la calidad, la disponibilidad y la mayor competitividad posible para sus clientes.
Escrito por: Juan Pablo Arango
Gerente de Negociación Pintuco
