Una obra artística de gran formato que muestra el proceso de creación de la pintura y su capacidad de transformación, ahora se puede observar al pasar por la vía que comunica al municipio de Rionegro (Antioquia) con la Autopista Medellín-Bogotá, allí donde queda la planta de Pintuco.
“En nuestro historial de la pintura en Colombia, el primer referente es Pintuco. Desde que era muy pequeño sabía que Pintuco era la pintura para usar en todas partes, por eso cuando llegué a su planta de producción, sentí que llegaba al lugar donde nace el color, y es por eso que pensé que este era el mejor nombre que le podíamos dar a esta obra”. Así relata Alejandro Paucar el porqué del nombre de su obra, la cual le tomó cerca de dos meses elaborarla debido a la cuarentena, pero que en un tiempo normal serían tres semanas.
Este mural de 400 mts2 y para el que se emplearon 35 galones de pintura Koraza, muestra cuatro momentos relacionados con el ADN de Pintuco:
Innovación, plasmada en la figura de un alquimista que hace pruebas de color, con el interés de ir más allá. La necesidad de procurar la armonía con el medio ambiente, que se visualiza a través de los pájaros alcaravanes, típicos de la zona. El proceso productivo que tiene como producto la pintura en latas. Y el trabajo que Pintuco realiza a través de su Fundación, llevando el color a diferentes poblaciones para ayudar a la apropiación y embellecimiento de los espacios.
De acuerdo con Paucar, la composición de esta obra fue compleja, dada la diversidad de elementos, aunque en realidad son cuatro obras o escenas y juntas cuentan una historia, además en cada una hay diferentes técnicas: texturas, realismo, abstracción.
Alejandro Paucar es un publicista que desde muy pequeño se apasionó por la pintura, y como él lo sostiene “Cuando la pasión está por encima, ella siempre aparece. En mi caso apareció desde la calle. El arte urbano hizo clic conmigo y eso me motiva a seguir explorando, este es un camino que no tiene caducidad, este es un vicio. Enfrentarse a un muro es una experiencia de superficies y en esta ocasión la apuesta era dar muy buena factura, con un remate perfecto en cada esquina”.
Paucar se ha caracterizado por su exploración de la figura humana y sus expresiones, en su obra han influido los medios audiovisuales, dada su carrera en el mundo de la publicidad. En sus obras de gran formato siempre utiliza Koraza de Pintuco dada la diversidad de colores que le ofrece y la garantía de durabilidad y resistencia que le da a sus trabajos.
Pero esta relación con Pintuco no está dada solo por el producto que utiliza en sus murales, ya que Alejandro conoce de cerca el trabajo que ha realizado la compañía a través de su Fundación, ya que ha participado en varias intervenciones artísticas-sociales que ha liderado esta organización.
Es entonces con la obra “Donde nace el color”, bajo los rodillos de Alejandro Paucar y la inspiración producto de una construcción colectiva entre los empleados de la compañía y el artista, que Pintuco hace un homenaje al poder transformador del color y al arte urbano en sus 75 años.
