La agricultura urbana es una práctica que aún subsiste. Esta se realizaba en los antiguos jardines de Babilonia, pasando por la industrialización masiva del siglo XX, hasta la actualidad, donde se mantiene como una alternativa sostenible y productiva.
Entonces, si te interesan temáticas como el uso de la energía geotérmica, la energía biomasa o los ladrillos ecológicos, sigue leyendo. Te mostraremos cómo se implementa en las ciudades y las huertas, y qué se debe tener en cuenta para empezar.
Características de la agricultura urbana
Tal y como hemos indicado, esta práctica ha perdurado en el tiempo con diferentes características. Por ejemplo, el enfoque en la producción local de alimentos es uno de sus aspectos más notorios. Esto se debe a la contraposición con la industrialización promovida por las grandes cadenas de producción fabriles.
Así, esta forma de agricultura ha evolucionado desde simples huertos comunitarios y jardines en azoteas hasta proyectos de mayor envergadura, como granjas verticales y huertos urbanos comerciales. Antes, se usaba para abastecer el consumo local. Ahora, se busca generar alimentos para comunidades urbanas enteras.
Las características que siguen vigentes son:
- Espacios limitados, como balcones, patios traseros o parques abandonados. Hay que optimizar el espacio y maximizar la producción.
- Uso del agua. Por ejemplo, los sistemas de riego buscan maximizar la eficiencia y aportar a la sostenibilidad.
- Diversidad de cultivos, como vegetales, frutas, flores y hierbas, para suplir las necesidades de consumo.
¿Cómo implementar la agricultura urbana en las grandes ciudades y huertas urbanas?
Existen algunos aspectos que se deben tener en cuenta, para desarrollar con éxito esta práctica. Estos se relacionan con dónde y qué sembrar, y cómo cuidarlo.
En este sentido, es menester seleccionar el terreno ideal para el cultivo, teniendo en cuenta:
- El acceso al agua.
- La calidad del suelo.
- La disponibilidad de luz solar.
En función de esto, podrás elegir qué plantar, pues el clima y la disponibilidad de recursos propician el crecimiento de una u otra cosa. En general, se suelen elegir vegetales, hierbas o frutas de rápido crecimiento.
Además, para lograr un crecimiento sustentable de las plantas, es necesario utilizar abono orgánico o compost local. Esto proporcionará nutrientes que mejorarán la calidad de la siembra, especialmente si el suelo es de baja calidad y hay un buen manejo de residuos.
Igualmente, hay que establecer un programa adecuado de riego. Para ello, se deben considerar las necesidades hídricas de los cultivos y las condiciones climáticas locales.
Finalmente, la agricultura urbana puede necesitar ciertos cuidados especiales, debido a factores como:
- La contaminación del aire.
- Plagas por la aparición de pesticidas.
- Falta de espacio.
Al monitorear constantemente los cultivos, se podrá evaluar las condiciones y tomar medidas para prevenir o reparar los problemas que aparezcan.
Algunos desarrollos actuales
Hoy en día, hay diversas formas de implementar la agricultura urbana, algunas de estas son:
- Agricultura vertical: cultivar plantas en capas apiladas verticalmente. Esto resulta útil si se quiere maximizar el espacio. Incluso, algunas técnicas novedosas, como la aeroponía y la hidroponía, permiten cultivar plantas sin necesidad de suelo.
- Agricultura de precisión. A través de tecnologías, como los drones y los sensores, se puede maximizar la producción. Igualmente, el análisis de datos permite mejorar el monitoreo de los cultivos, previniendo posibles problemas.
- Agricultura en techos verdes o sistemas de vegetación en las azoteas de los edificios. El aislamiento térmico puede ser un gran beneficio diferencial para crear biodiversidad y fomentar la producción de diferentes productos.
Principales ventajas de la agricultura urbana
Ya hemos repasado las características, las novedades y las recomendaciones de esta práctica. Concluyamos con sus principales beneficios.
Calidad alimentaria
Comunidades urbanas enteras pueden acceder a alimentos frescos y creados bajo una perspectiva sustentable. Al evitar o reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, se garantiza un sabor completamente natural. A la vez, se mejoran las condiciones en las que estos productos llegan a la mesa.
Eficiencia energética
El ecosistema se beneficia en torno a estas prácticas. Como estos cultivos se fabrican localmente y suelen tener un consumo en el mismo lugar, se evitan largos traslados. Entonces, la energía gastada con la agricultura urbana es mucho menor en comparación con la agricultura convencional.
Apoyo de la economía local
Al crear productos autóctonos, es posible que muchas personas acudan para probarlos, lo cual puede incentivar el turismo. También, es común generar oportunidades de negocio para la producción y la venta de los alimentos. En conclusión, la agricultura urbana ha permanecido no solamente por la sostenibilidad, sino también por el aprovechamiento de los recursos. De modo que, es necesario promoverla en la actualidad, dado que puede grandes generar beneficios para la sociedad.
Referencias bibliográficas
- Ambientum (2019, 14 de noviembre). Fomentar la agricultura urbana en las ciudades.
- Hernández, T. (2019, 23 de junio). Historia de la agricultura urbana. LinkedIn.
- Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (2019, 16 de octubre). Agricultura urbana.
- María, F. (2022, 1 de julio). Tipos y beneficios de los huertos urbanos. Ok Diario.