Gracias a su combinación perfecta de estética y practicidad, el estilo nórdico se ha convertido en una opción muy popular dentro del diseño de interiores. Su insignia es la funcionalidad, ya que los fríos intensos requerían el uso de estructuras y materiales duraderos. Sin embargo, con el tiempo fue añadiendo elementos ornamentales y de diseño que le brindaron la elegancia que conocemos hoy.
La arquitectura moderna nos ofrece distintos tipos de decoración interior que se acomodan a diversos espacios. Esto depende de los gustos y necesidades de cada uno, pero también del uso de cada lugar. No obstante, el estilo nórdico o escandinavo se ha convertido en una de las principales tendencias estéticas de los últimos años.
Surgió alrededor de la década de los 50 en los países del Norte europeo: Suecia, Noruega, Dinamarca, Islandia y Finlandia. Sin embargo, con el tiempo trascendió fronteras hasta convertirse en uno de los más populares alrededor del mundo. ¿Cómo se aplican sus principios al interiorismo y de qué forma podemos aprovecharlos en distintos proyectos? Te lo contamos a continuación.
Tres aplicaciones del estilo nórdico en interiorismo
Hacer los espacios más naturales
La madera es la gran protagonista del estilo nórdico. Aparece tanto en elementos estructurales como techos, vigas, columnas, marcos y pisos, como en el mobiliario. Asimismo, esta tendencia privilegia el uso de textiles de origen natural, como lino, ratán, mimbre y algodón.
Por otra parte, el estilo escandinavo invita a implementar recursos para obtener luz natural durante todo el día. Por ejemplo, con el diseño de ventanas grandes, puertas ventanas, claraboyas y lumiductos. La pintura de las paredes, marcos y mobiliario preferentemente es blanca o en tonos neutros que capturen y reflejen la luz natural.
Todas estas características permiten crear espacios de aspecto equilibrado y más amigables con el entorno. En lo que respecta al diseño institucional de edificios modernos, esto implica enormes ventajas. Entre ellas: ahorro energético, buena regulación térmica y una importante sensación de bienestar y en equilibrio con lo natural.
Un excelente ejemplo es el Hospital San Jerónimo en Sevilla, España. El rediseño y refuncionalización de un patio interno, con columnas blancas, paredes vidriadas y suelo de piedra, ha incrementado la luz natural hacia el interior y ha recreado una atmósfera de depurada tranquilidad (Arch Daily, 2013).
Utilizar una decoración minimalista para crear un estilo nórdico
La arquitectura contemporánea ha encontrado en el minimalismo una de sus grandes fuentes de inspiración. El estilo nórdico comparte algunos rasgos de esa tendencia, como el gusto por las líneas simples, rectas y puras, y la preferencia por ambientes despojados con mucha luz natural.
Esta estética uniforme y ordenada resulta ideal para ser aplicada en el diseño de espacios institucionales. Por ejemplo, clínicas de salud, museos, edificios administrativos, oficinas, escuelas y hospitales. Así, en Bogotá, el diseño de las oficinas para la Cámara Colombo-Alemana incluyó espacios comunes con pocos muebles de madera de líneas rectas, grandes ventanales y mucho sitio para circular (Contract Workplaces, 2020).
No solo ofrece una apariencia de seriedad y buen gusto, y favorece la concentración en el trabajo. Además, ayuda a modelar la imagen institucional de la organización que se encuentra detrás. También mantiene las condiciones de higiene del lugar y el orden.
Incluso, la decoración con pocos elementos en entornos institucionales ayuda a prevenir accidentes. Es importante mantener los ambientes despejados para no entorpecer la circulación de las personas y facilitar su salida en caso de necesitar una evacuación del edificio.
Crear ambientes cálidos y acogedores
Una de las grandes cualidades del estilo nórdico, es que tolera muy bien la combinación con muebles u objetos de otros estilos. Por ejemplo, de aquellos que provienen de la arquitectura moderna como el industrial o el vintage. Esto ayuda a romper un poco con la uniformidad del ambiente, haciéndolo más acogedor.
En este sentido, edificios como la Ópera de Copenhague demuestran que la arquitectura se puede adaptar al contexto y a la necesidad de bienestar de las personas. Exhibe materiales de alta calidad en un espacio interior simple pero cálido (Visit Nordic, 2022).
Por su parte, el protagonismo de colores como blanco, arena y gris contribuyen a aumentar la sensación de espacio y reflectan la luz natural. Otro elemento importante son las plantas. Estas aportan numerosos beneficios: purifican el aire, ayudan a descansar la vista y crean un entorno más agradable.
Todas estas características ayudan a las personas a permanecer a gusto en los distintos ambientes donde deben estar. Sin duda, es un factor que favorece la productividad e impacta en la salud, tanto de los trabajadores como del público en general.
El estilo nórdico puede convertirse en tu gran aliado a la hora de diseñar un nuevo proyecto institucional. Moderno, cálido, funcional y, a la vez, sencillo: considere sus instalaciones en la planificación de espacios interiores para aprovechar todos sus beneficios.
Referencias bibliograficas
Arco Diario. 2013. Rehabilitación del Hospital San Jerónimo / SV60 Arquitectos.
Lugares de trabajo por contrato. 2020. Un espacio para afianzar relaciones – AHK Colombia.
Elle Décor. 2020. Estilo nórdico: claves para incluir la decoración escandinava en casa.
Revista Interiores. 2019. 10 claves para decorar al estilo nórdico.