Si quieres disminuir el impacto ambiental en un proyecto, es clave que puedas tomar algunas medidas al respecto. Una de ellas es el análisis de ciclo de vida, que puede ser esencial en todos los proyectos arquitectónicos. A continuación, te explicaremos en qué consiste este concepto y para qué se utiliza.
¿Qué es el análisis del ciclo de vida y cómo se vincula con la sostenibilidad?
El análisis de ciclo de vida es una metodología muy útil para conocer cómo impactará ambientalmente un proyecto determinado. Básicamente, se recopilan y evalúan las entradas, resultados y los impactos ambientales potenciales de un sistema del producto durante su ciclo de vida. De este modo, se analizan cuáles son las oportunidades para mejorar el desempeño ambiental.
A través de este proceso, se puede establecer y planear la adoptación de estrategias de diseño, que se traducen en la posibilidad de reducir el impacto ambiental de las edificaciones. Al mismo tiempo, la idea es garantizar el confort máximo para los futuros habitantes, ya que no solamente deben ser respetuosos con el medio ambiente, sino también funcionales.
¿Te preguntas cuándo surgió? Pues bien, en los años 60, cuando el sector científico, consciente de las limitaciones de los recursos, decidió realizar un sistema a través del cual se pudiera actuar con eficiencia. Y, en este mismo sentido, también el mecanismo serviría para cuidar el planeta.
Así, el análisis de ciclo de vida es algo esencial para los futuros proyectos arquitectónicos. Ahora, es posible comprender que las construcciones no tienen por qué ser dañinas para el ecosistema. Por el contrario: es posible incorporar distintas ideas de diseño para no dañar el planeta.
Por ejemplo, aquellas que están basadas en la biofilia, que implica una filosofía de mejorar la conexión con la naturaleza. Así, se puede construir una casa a través del ecodiseño o siguiendo los principios de la arquitectura orgánica. ¿Pero te preguntas cómo hacerlo? Te lo contamos.
Procesos y etapas que comprende este análisis de ciclo de vida en la arquitectura
A continuación, te presentaremos los procesos y las etapas que implica el análisis del ciclo de vida:
Definición del objetivo y alcance
Aquí se establece cuál será la función que tendrá el edificio una vez que se construya. Por ejemplo, en este momento se hablará sobre la eficiencia energética, el uso del agua, las especificaciones de los materiales (como la posibilidad de usar ladrillos ecológicos) o las instalaciones.
Es la etapa que menor impacto ambiental tiene. A su vez, es una de las más importantes para generar un proyecto sostenible. Por esta razón, es clave hacer las previsiones adecuadas.
Construcción y generación del inventario
Luego, se materializa lo acordado en la etapa anterior. Aquí debe haber una medición y verificación de los sistemas para que funcionen adecuadamente. Se incluye el transporte de materiales de construcción, la maquinaria y el equipo de obra, junto con los procesos de construcción.
Si el análisis está bien diseñado, se optimizarán todas las tareas. Por ejemplo, se buscará material de zonas aledañas, para evitar que los materiales lleguen tarde y haya un mayor consumo de combustible y emisiones.
Uso
Aquí se pasa a la etapa más larga del análisis de ciclo de vida, que es el funcionamiento del espacio construido en cuestión. Al mismo tiempo, es la que tiene una mayor probabilidad de presentar un impacto ambiental. Por ejemplo, cuando se acondiciona térmica y lumínicamente un espacio, se consumirá energía.
Esto implicará la producción de emisiones contaminantes, que pueden disminuirse con el caso de las casas inteligentes. Un caso claro ocurre con los reguladores de temperatura automatizados que provee la domótica desde el diseño, manteniendo el confort y disminuyendo el gasto.
Demolición o remodelación: otra etapa del proceso de análisis de ciclo de vida
En algunos casos, es posible iniciar el proceso de remodelación o demolición, pero no siempre ocurre. También aquí hay una generación de residuos contaminantes, como el polvo generado por los escombros. Por esta razón, es clave mitigar el impacto haciendo una buena previsión del proceso; por ejemplo empresas como Pintuco en convenio con Recatam y Bio-Eco disponen de la logística para la recolección de los envases de tambores metálicos y las canecas plásticas ya utilizado, los cuales son aprovechados en la generación de combustible o introducirlos nuevamente en la cadena productiva de la industria.
Evaluación del impacto, reciclaje y disposición de desechos
Las etapas anteriores del análisis de ciclo de vida pueden generar residuos, como ocurre con la extracción, el transporte y la manufactura de los productos. No obstante, es posible recuperar o reciclar y obtener un nuevo uso de ellos, con el objetivo de aportar sostenibilidad y disminuir los costos.
Por ejemplo, se puede descomponer la materia prima de algunas estructuras para producir hormigón. Otra posibilidad es usar el acero de refuerzo o el relleno de excavaciones para producir material útil para futuros proyectos. También las estibas, que se recuperan, pueden ser usadas para hacer mesas y sillas como parte del mobiliario de las oficinas.
En definitiva, has visto que el análisis de ciclo de vida es realmente útil en el terreno de la construcción y el diseño arquitectónico. Al fin y al cabo, no solamente se trata de cuidar el planeta, sino también de actuar con eficiencia y bajar los costos. ¡Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda!
Referencias Bibliográficas
Arquitectura y Energía (2019, 17 de marzo). Análisis de Ciclo de Vida.
Gestiópolis (2019). Historia y Análisis del Ciclo de Vida.
Infobae (2019, 21 de octubre). ¿Qué materiales de construcción son más fáciles de reciclar?
UNAM (2019). ¿Qué es el análisis de ciclo de vida en arquitectura?